Excusas. Un ejemplo real.

   Yo quiero. Pero… no tengo dinero, no tengo tiempo, no sé, no entiendo… Y pasa otro día. Mejor mañana. Y así se han ido ya demasiados días. Meses. Años.

   Excusas.

    Y todo puede ser verdad. Pero no se trata de quedarnos con el problema, sino ir encontrando soluciones.

   Y esta era la situación de “Miss Y”, una conocida sobre la que no revelaré su verdadera identidad, preocupada por su presente y por su futuro.

   Cuando le realicé la primera sugerencia a “Miss Y”, nos conocíamos desde hace bastante tiempo, y ella ya sabía de mis andanzas por los mercados. Una única experiencia no muy positiva la había alejado a ella de aquel mundo hasta la fecha. Madre de un hijo entonces. Y de dos hoy.

   Y ese día, lo único que le propuse fue hacer una inversión de 50€ al mes. Ni más ni menos. Todos los meses. El mismo día. Un único producto. Y sólo le pedí una cosa: constancia. Corría el año 2011.

   Y esto es lo que pasó…

aportaciones

   Bueno, ahí están los números. Vamos a hacer un pequeño análisis.

   El fondo es un fondo bastante convencional: gestión activa, invierte como máximo un 70% en Renta variable y el resto en Renta Fija, una comisión por dicha gestión del 2% con cargo al patrimonio del fondo, dividendos reinvertidos, y fuera de esto sin comisiones adicionales ni por aportación, ni por reembolso. La gestora, aunque yo personalmente me inclino más hacia la gestión pasiva, es de lo mejorcito que se mueve por el panorama nacional. Y las cuantías, pues las que veis. Primero 50€, luego 100€, y ahora 120€. El próximo mes, la cuantía de la aportación pasará a ser de 135€ al mes.

   Primero 50€. Lo que por entonces era una cantidad que “se podía”… y además no daba miedo perder, incluso en su totalidad. Eso de “Zutano metió todo en bolsa y se arruinó” parece que pasa de la mañana a la noche, y aunque el caso puede darse (siendo bastante temerario, todo hay que decirlo), confié en el tiempo para dejar que se alejase ese miedo “de principiante”. Y así pasó que “Miss Y” sólo tardó 6 meses en sentirse cómoda con su nuevo instrumento financiero (ni más que ni menos que aprender a convivir con la fluctuación) y por voluntad propia decidió aumentar su aportación. No me gustó demasiado la idea, más que nada, por temprana, pero como la cantidad inicial me pareció razonable tampoco puse demasiada objeción.

   50€, ese fue el empujón que necesitó “Miss Y”. No hubo más. Luego ya se “cocinó” todo sólo.

   Se “cocinó”… y, como veis, sigue cocinándose.

   El siguiente paso del análisis pasa por la rentabilidad: bueno, pues como se puede ver en el informe, hasta la última aportación, la rentabilidad neta es del 9,26%. Pero eso poco importa, porque no me cabe la menor duda (y ahora a “Miss Y” tampoco) de que el valor fluctuará. Lo que me parece más interesante de resaltar es la acción del tiempo sobre el fondo en cuestión: si miramos las primeras 32 aportaciones (hasta la flecha roja), todas tienen una rentabilidad positiva. Todas. ¿Es casualidad?… ¿O más bien es el efecto que ejerce el tiempo y la acumulación sobre el fondo en cuestión? Me inclino más por lo segundo, sobre todo convencido porque el ejemplo es muy lineal: aportaciones mes a mes, todos los meses sin excepción, independientemente de cómo esté el mercado. Y si hoy tenemos las primeras 32 aportaciones con balance positivo, creo que dentro de NN años, siguiendo en la misma dinámica, este efecto se habrá extendido unas cuantas líneas más hacia adelante.

   Y bueno, pues en la práctica, “Miss Y”, sigue sin poder, sin saber y sin entender… pero paso a paso ha ido creando algo, sencillo y fácil de ejecutar, que muy probablemente le desahogara a la hora de pagar los estudios universitarios de sus hijos, o tal vez, más a largo plazo, su propia jubilación. Ella me confesó que el mismo día que abrió su fondo de inversión, su marido, que tampoco podía, ni sabía, ni entendía, hizo exactamente lo mismo, con las mismas cantidades, periodicidades e incrementos… y aunque les quede un largo camino por delante, la constancia casi seguro que les recompensará, y dentro de unos cuantos años (que los tienen por delante), si siguen con sus aportaciones, y sus incrementos, y con una buena revalorización… quién sabe, ¡tal vez lleguen a ser (f)independientes!


   Desde aquí, mi agradecimiento a “Miss Y” (nombre ficticio) por facilitarme su extracto y permitirme publicarlo aquí.

12 opiniones en “Excusas. Un ejemplo real.”

  1. Hola, Fansworth,

    Yo lo he intendo varias veces y no ha habido manera. Y con la misma estrategia. 50 € al mes y una aportación a un indexado cada 3 meses al alcanzar los 150 € de aportación mínima. Yo te hago las gestiones para crearte la cuenta y te digo cómo hacer las aportaciones. Y no tienes que hacer ningún seguimiento.

    Después, la retahíla de excusas: Uf, eso es muy complicado, prefiero tenerlo en un plazo fijo, menos lío, tú controlas pero yo no, seguro que lo hago mal, no vale la pena, es poco dinero,…

    1. …, y aún os digo más, ni conociendo mi situación y dándoles la misma «info» que yo tengo se molestan en empezar, ni en preguntar.

      También os digo una cosa, si todo el mundo sigue el mismo método, igual deja de funcionar.

      1. Hola IF Roberto Carlos,

        Gracias por tu comentario. Sólo una observación: si todo el mundo se plantease lo mismo… no sé si dejaría de funcionar… pero yo de entrada creería que estoy en Noruega o en Suiza…

        ¡Un saludo!

    2. Hola Cazadividendos,

      Es verdad. Pero ya sabes lo que sucede: «no hay peor ciego que el que no quiere ver». Si no hay intención. Es probable de que no haya movimiento. Y hasta aquí, todo es comprensible. Más duro es, recibir alguna crítica por el ¿éxito? (y lo ponfo entre interrogantes, po que no sé si ralmente éste es el término a emplear). Probablemente ya sabes de qué te hablo. Que si lo tienes más fácil, que si tu puedes, que si bla, bla, bla. Sin pararse a analizar cuántos años de aportaciones ha habido, de esfuerzo, de asunción de ese ¿riesgo? con el que se aprende a convivir…

      Afortunadamente, en mi caso, hay semillas que han germinado bien. «Miss Y» es una de ellas, con el resultado que conoces por el post. Luego hay otros que a día de hoy son inversores, al mismo nivel que lo soy yo, con la única diferencia de que ellos empezaron algo después.

      Y todo nuestro esfuerzo divulgativo, en mi caso se pagó con una frase: «Fansworth, yo he descubierto todo esto gracias a ti, aunque he llegado tarde. Pero no te quepa duda de que mis hijos te deberán muchísimo. Muchas gracias.»

      1. A mi eso aún no me ha pasado. Tengo varios que «aceptan pulpo» y así lo manifiestan cuando hablamos del tema, como si buscasen mi aprobación o simplemente que no sea tan pesado, pero en el fondo no hacen nada y, si lo hacen, lo hacen sin demasiado convencimiento.

  2. Hola,

    Doy fe de que las experiencias comentadas en este post responden claramente a una falta total y absoluta de educación financiera básica que, al parecer, nadie tiene intención de remediar.
    Yo lo he vivido en mis propias carnes. Un par de tropiezos en bolsa y otro par de encontronazos con fondos de inversión me hicieron desconfiar absolutamente de todo ese mundillo de inversiones y demás. Eso no era para mí; sólo para «entendidos» y gente con caros asesores, y que nadie me mencione más nada del tema.
    Así pasaron algunos años cuando, a finales de 2014, me dejé convencer por mi banco para abrir un fondo de inversión. Muy bien los primeros meses, aquello iba hacia arriba y eso me animaba a hacer aportaciones, hasta que por el mes de abril de 2015 empezó a caer y caer. Otra vez, es que no aprendo más, quién me manda a meterme en esto!!!!!
    La única diferencia con las ocasiones anteriores fue que, por un lado algo instintivo retuvo mis ganas de correr a por mi dinero intentando salvar lo que quedara y, por otro, el destino hizo que me cruzara con Fansworth.
    Una completa revelación. ¡¡¡¡Yo estaba jugando con unas reglas hechas para perder!!!!, como la mayoría de la gente. A partir de unas pocas sesiones de «evangelización»pude ver que era imprescindible cambiar el paso. En ese momento abrí mi actual cartera de valores y, respecto al fondo de inversión, pues el mismo esquema comentado sólo que en mi caso las aportaciones mensuales son más pequeñas. Después de un año de rentabilidades negativas, nuevamente estamos en positivo y ahí seguimos, pasito a pasito, dejando que el tiempo y el interés compuesto hagan su trabajo.

    Perdón por el tostón, pero es que me he visto absolutamente reflejado en todo lo comentado. Por cierto, también me pasó que hablando con un matrimonio amigo sobre dinero y ahorros les comenté mi experiencia, mi visión actual, y les animé a «cambiar el paso». Ya os imagináis la respuesta…

  3. Hola amigos,

    Acabo de conocer el blog y me encanta. Fansworth como gestionas tu el tema del ahorro?? Como evitas en la tentación de ahorrar demasiado. Porque cuando usamos las famosas excell vemos que ahorrando 600 euros al mes….sacamos una buena suma. Pero empezamos a pensar y si en vez de 600 pongo 1200 y ves los resultados, y acabas en la espiral del ahorro que cada vez quieres ahorrar más para ver resultados antes. Además sabemos que el dinero más «efectivo» es el que antes se invierte. Como gestionas el ahorro, para destinar una parte a ocio, viajes, etc…. Esto es un tema que siempre me ha interesado.

    Yo me había marcado un objetivo de ahorro/inversión para 2016, pues a estas alturas he invertido el 300% de lo que había propuesto, si el 300%, y en agosto dije que ya dejaba de invertir este año, pero ahora ya me estoy volviendo a plantear que hacer…. Hasta enero queda taaaaaaanto tiempo 🙂

    Saludos

    1. Hola B Cartera,

      Sobre el tema del ahorro, te doy mi visión personal, una de tantas, ni más ni menos válida que la que pueda tener cualquiera. Yo distingo muy bien lo que es ahorro de lo que es inversión. En mi caso, ahorro puro, con liquidez inmediata (o casi inmediata) únicamente tengo el equivalente a dos años de mi gasto. Y nada más. Dos años puede parecer bastante conservador, pero es algo que se ha ido incrementando. Cuando empecé a plantearme todo esto, ese ahorro sólo era de unos pocos meses. Y ahora es así, porque de ahí, como ya he comentado alguna vez, me otorgo auto créditos, que me auto devuelvo pagando el mismo interés que me cobraría mi banco. Y así, respondo en parte a tu pregunta sobre la gestión del ahorro para ocio viajes, etc: me auto financio, y como además suele ser un gasto recurrente (que a todos el mundo le gusta su momento de vacaciones cada año), trato de provisionarlo el año anterior.

      Un saludo.

  4. Pues tras leer en varios foros, yo he empezado este año este apasionante cAmino , y Solo siento no haber leido sob re la IF unos cuantos años antes y haber empezado entonces. Muchas gracias por tus aportaciones.

    1. Hola Salvatierra,

      Me temo que eso nos ha pasado a casi todos, pero más vale tarde que nunca. Además, hay una edad, en la que por suerte o por desgracia, sólo pensamos a corto plazo, y casi todos nuestros planes son para pasarlo bien… Y es difícil ponerlo al otro lado de la balanza, que luego viene la vida, con todo lo suyo… y entonces es cuando esos años fantásticos se acaban. Pero viven en nuestro recuerdo para siempre, intensamente.

      Un saludo.

  5. Hola Fansworth,

    No conocía tu blog hasta que he visto tu post en Cazadividendos.

    Qué decir de esta entrada. Yo también veía la bolsa como un casino, lleno de tiburones especuladores, un lugar oscuro que sólo los «ricos» hacían dinero.

    Todo cambió un día cuando un compañero veterano de mi antiguo trabajo empezó a regalarme las pildoras azules de matrix, esas que te abren la mente a la realidad del sistema.
    Primero me habló de lo que hasta entonces yo veía estable y que nunca se podría tocar: jubilación. ¿qué? ¿qué está montado como una estafa piramidal? joe, es verdad! Aunque a mi la jubilación me pilla a 32 años vista, por lo menos, me preocupaba mi futura economía, claro.

    Al día siguiente me dio la siguiente pildora azul de matrix, un par de archivos pdf de una web muy conocida en nuestro mundo b&h en el que leí por primera vez que era eso de libertad financiera y que la mejor manera de ahorar era invertir a largo plazo en bolsa. ¿qué? ¿pero la bolsa no era ese lugar oscuro donde te quitan hasta los calzoncillos y solo ganan los ricos? Mi no entender nada…

    Así, día a dia este señor me fue contando su manera b&h de operar en los mercados. De eso ya hace 3 años. No le puedo estar más agradecido.

    He enseñado las pildoras azules de la verdad a familiares y amigos, el 99% me ha mandado a paseo, pero por lo menos (y gracias) entre el 1% está mi pareja. Sin ella esto no sería posible.

    Saludos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *