Un análisis barato.

«Un análisis barato» es una entrada escrita por Ernesto Bettschen.


   Una vez más tenemos un escenario de incertidumbre y no se sabe qué va a pasar en los mercados.

   Bueno… ¡ejem!. Esto no es nuevo. Después de unos cuantos años por aquí, he llegado a la conclusión de que precisamente ésta es la situación normal del mercado: casi siempre hay algo que “amenaza” la situación actual.

   Creo que no me equivoco si digo que las noticias de los medios… llamémosles “comunes” (canales de TV especializados y prensa salmón), siguen siendo cortoplacistas. Y digo “creo”, porque hace ya mucho tiempo que dejé de seguirlos. Pero aun así, como uno está en el mundillo, no puede dejar de escuchar “ruido de fondo”. Y así, uno se entera de que hay una “sensación generalizada” de que el mercado de EEUU está únicamente sostenido por los valores tecnológicos.

   Puede ser. Pero me voy a permitir hacer un análisis barato, por el puro gusto de remar contra corriente. Y antes de nada, aclararé que este análisis tampoco va a producir ningún cambio en mi modelo inversor de aportaciones periódicas y diversificadas.

   Efectivamente, el mercado de EEUU lo están sosteniendo los valores tecnológicos: las primeras posiciones del índice, ordenadas por capitalización, las ocupan Apple, Microsoft, Amazon, Facebook y Google, cuyas respectivas cotizaciones es verdad que están sosteniendo el valor del índice en color verde.

   Y aquí viene mi análisis barato, que parte de preguntarme si estas empresas realmente están sobrevaloradas. ¿Lo están? ¿O simplemente reflejan un poco de lo que está pasando, no simplemente en EEUU, sino en el mundo entero?.

   Porque lo que yo percibo directamente es que todo lo que está pasando hace que su modelos de negocio no sólo se vea respaldado por nuestras acciones (desde hace mucho tiempo ya: Facebook tiene 16 años, Google 22, Amazon 24, Apple 44 y Microsoft 45), que cada vez somos más usuarios, y cada vez consumimos más de sus servicios… hasta tal punto que ese consumo en ocasiones es sin ni siquiera tener conciencia de ello e incluso sin quererlo.

   ¿Quién no lleva hoy en día un móvil? ¿Quién no se comunica por mail? ¿Quién no realiza búsquedas en la web? Las personas “analógicas” son una especie en extinción… y, aunque suene duro decirlo, quien esté desconectado lo tiene todo un poco (por no decir bastante) más difícil. Sinceramente, no veo a nadie enviando un CV por carta, consultando el callejero (aquel libro con apariencia de biblia que no faltaba en ningún coche), o enviando un fax… Ese punto de inflexión hace tiempo que se ha alcanzado: el mundo es digital y la revolución tecnológica ha llegado para quedarse. Y esto es sólo la parte que se ve, por la que podríamos decir que esas empresas tecnológicas… funcionan, y consecuentemente tienen beneficios.

   A esto, hay que añadir el beneficio que no es tan fácil de ver: por poner un ejemplo, cuando una persona hace una reserva para un alojamiento mediante AirBnB (la plataforma que más reservas gestiona a nivel mundial), la infraestructura tecnológica de todo ese negocio, la presta Amazon (mediante AWS -Amazon Web Services-, la plataforma de computación en la nube de Amazon, con la que factura más que con su negocio de venta y distribución).

   Lo dicho. Hace mucho tiempo ya que el mundo es digital, y vivimos conectados. Lo que está pasando es simplemente una evolución, pero que yo creo que tiene muy largo recorrido: por un lado la expansión de la conectividad a las cosas cotidianas. Eso que se conoce como “el internet de las cosas”, y por otro la evolución de la robótica, impulsada por la Inteligencia artificial.

   Conviene recordar también, que estas empresas no han tenido en sus orígenes un afán recaudatorio: Gmail, Facebook, etc, son servicios inicialmente gratuitos para sus usuarios… que ya se están monetizando por vías alternativas, pero que tienen recorrido para monetizarse por una vía mucho más directa, con servicios añadidos, cuentas para empresas, almacenamiento adicional, etc.

   Y con toda esta mecha encendida y ardiendo a buen ritmo… llega la tragedia del Covid19, que lejos de perjudicar, ha sido el gran acelerador de muchos escenarios digitales, como el del tele trabajo, que gracias a una tecnología que ya existía desde hace mucho tiempo, se ve adoptado de la noche a la mañana por casi todos los que en su día a día acudían a un centro de trabajo para ponerse delante de un ordenador…

   Sinceramente, no sé si las empresas tecnológicas estarán sobrevaloradas, o es que realmente navegan a todo trapo en un mar en el que vientos y corrientes se han alineado con su ruta. Y viendo la evolución de todo esto, creo que tienen viento de cola para rato.

Y para terminar este análisis barato, dejaré caer por aquí que todo esto consume electricidad… mucha electricidad. ¡Ja, ja, ja, ja, ja!